Para disfrutar de un típico «fika» sueco, en una de las muchas pausas de la mañana, pensé que estaría muy bien comer unos trozos de bizcocho cuyo ingrediente fuera alguna baya acompañado todo ello con un té con cierto postgusto largo e intenso.
El bizcocho que inicialmente había pensado era el clásico bizcocho de arándanos pero luego pensé que para el té de pimienta y canela (que finalmente preparé) quedaba mucho mejor sentir el sabor del arándano de vez en cuando combinado con la canela y la verdad es que el resultado quedó genial.
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